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Simplicity Approach, por qué es tan complicado hacer las cosas simples

Hagamos un ejercicio: Imaginemos una línea, en un extremos colocamos el concepto de complejo y en el otro el de sencillo, el equilibrio que se busca desde el diseño debería estar en un punto medio de esta línea. No necesariamente tiene que estar en el centro, esto puede variar en función de cual sea la tarea.

Sin embargo, a veces no es tan fácil discernir qué es lo simple y qué es lo complejo. Y es que normalmente hacer las cosas simples requiere un gran esfuerzo. Con lo rápido que se mueve la sociedad y la avalancha de información que disponemos, nos complicamos la vida a la hora de tomar decisiones sin darnos cuenta.

Una características de la simplicidad es su subjetividad y esto paradójicamente la vuelve compleja. Pensemos por ejemplo en cómo un ingeniero aeronáutico tiene tal grado de comprensión que es capaz de discernir los componente de un avión de manera comprensible y asimilable, puede percibir cuáles de ellos son simples. Mientras tanto para nosotros cualquiera de estos componente son altamente complejos.

El funcionamiento de un cohete como este puede ser increíblemente simple, sólo si se lo preguntas a un ingeniero especializado claro. Para nosotros es un misterio que pueda volar fuera de la atmósfera

Simplificar es una herramienta para conseguir conocimiento pero… ¿Qué es simplificar?

Simplificamos cuando dividimos los objetos, ideas o problemas que se nos presentan en sus partes más básicas. Simplificar es una herramienta clave para entender algo complejo y poder manejarlo. Por ejemplo en marketing se habla de segmentos de mercado y en política se distingue entre izquierdas y derechas.

Simple se define, entonces, primero como lo que es fundamentalmente indivisible y segundo como lo que es fácil de entender.

En metodologías como el Design Thinking simplificar es un paso clave. No sólo en la etapa inicial en la que necesitamos comprender completamente nuestro problema sino también a la hora de crear soluciones que sean verdaderamente útiles para el consumidor final, si no las entiende, ¿Cómo les van a ser últil? No olvidamos que al final no somos nosotros quienes estamos en el centro de nuestras creaciones sino ellos.

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